¿Te has dado cuenta de cómo la etiqueta orgánico está empezando a ocupar las estanterías de los supermercados? Se refiere a los alimentos producidos en suelos y entornos que contienen un máximo de un 5 por 100 de residuos químicos y que no tienen pesticidas ni herbicidas añadidos.

Actualmente muchas personas ya no desean exponerse, ni ellas mismas ni sus hijos, a lo que la investigación científica considera el extendido y creciente problema para la salud de los pesticidas. De hecho, una de las principales cadenas de alimentación tiene ahora más de trescientos productos orgánicos, que van desde pasta hasta zumos, pasando por alimentos envasados, cereales e incluso carne.

Hay tiendas de alimentación y supermercados especializados en productos orgánicos que están apareciendo por todas partes, ya que existe una creciente mentalización pública y una mayor preocupación, acompañadas de buena información, sobre la importancia de la nutrición. Es una creciente industria de muchos millones de dólares por una sola razón: la demanda. La demanda de alimentos orgánicos ha hecho que se convierta en la nueva moda de la industria alimentaria.

En. realidad hubo un tiempo en que los únicos alimentos disponibles eran orgánicos, porque no existían productos químicos y los alimentos no se obtenían de la manera en que se consiguen actualmente. La gente se nutría de alimentos que se cultivaban de forma natural y a los que no se eliminaba sus minerales y nutrientes esenciales. ¿Qué sucede actualmente con nuestros hábitos alimenticios?

Los alimentos modernos están tan llenos de hormonas y de pesticidas que el contenido nutricional y de minerales es cuestionable. La adulteración y la desvitalización de la industria alimentaria han creado una mayor necesidad de vitaminas y suplementos, ya que con los alimentos convencionales no obtenemos los nutrientes que necesitamos.

Por ejemplo, almacenes enormes llenos de frutos secos importados se inundan con bombas de pesticidas tan potentes que deben sellarse las puertas para evitar que los venenos escapen a la atmósfera. No podemos respirarlos, así que ¿por qué alguien piensa que podemos comerlos?

La comida orgánica es mucho más atractiva nutricionalmente, y sabe increíblemente distinta. De momento es un poco más cara, pero con la mayor demanda vendrá el lógico descenso de precios, y debemos recordar que el dinero que ahorramos a corto plazo al comprar alimentos adulterados lo estaremos perdiendo a largo plazo en salud.

Comer alimentos orgánicos puede parecer un poco intimidante al principio, pero la mejor forma de comenzar es con un viaje de compras mensual al mercado de productos orgánicos de tu localidad, que suele tener precios muy asequibles. Abre tus sentidos y tómate el tiempo necesario para explorar este nuevo entorno; camina por la tienda y observa los distintos productos disponibles, prueba algunas de las frutas frescas y los zumos de hortalizas y siente la diferencia; observa el distinto tamaño, color, aroma y sensación de los alimentos vitales que hay. Entiende que el producto orgánico fresco puede no ser siempre tan bonito como las manzanas enceradas o el brécol rociado con spray que normalmente ves en el supermercado; esa bonita apariencia se consigue sólo con el uso de productos químicos que pueden tener en ti el mismo efecto que tuvieron en los insectos y otros organismos que exterminaron.

El brécol es uno de los alimentos más rociados, por lo que para conseguir una gran diferencia en lo relativo al bienestar te podría interesar empezar con la variedad orgánica de esta deliciosa hortaliza. No sólo tendrá un sabor mucho mejor, sino que al final te permitirá ahorrar dinero a largo plazo cuando lo valores más, comas menos y necesites tomar menos suplementos.

Algunos alimentos orgánicos pueden incluso sorprenderte con un gusano merodeando por ahí. Quizás te alarmen, pero no te harán daño, y siempre que laves completamente los alimentos orgánicos, todo estará perfecto. En realidad son una garantía de calidad, porque los insectos no pueden sobrevivir en los alimentos que han sido tratados químicamente, por lo que, si es bueno para que lo coma el gusano, también será bueno para ti. En realidad deberías preocuparte más por no encontrar ningún gusano en los alimentos normales, ya que los potentes productos químicos con que se rocían los alimentos los han expulsado o matado. ¿Qué crees que te hará el pesticida?